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 Lo que realmente sucede en la mente de un perro ha sido un gran tema de discusión durante muchos años. ¿Qué piensan ellos? ¿Por qué piensan de esta manera? ¿Cómo desarrollaron esta forma de pensamiento y comportamiento? Si bien es posible que nunca podamos tener una conversación con nuestros compañeros peludos, hemos logrado varios avances sorprendentes en el estudio de la psicología canina que nos ayudan a entenderlos un poco mejor. Aquí están diez de los hechos más interesantes sobre la psicología del perro.

# 1 – Los perros pueden soñar

Muchos dueños de perros probablemente han notado que sus perros se agitan, mueven sus patas, ladran suavemente o lloran y resoplan mientras duermen. Por lo general, la creencia más popular era que estaban soñando, pero no había una confirmación científica. Sin embargo, varios estudios en psicología del perro ahora dicen con certeza que nuestros amigos caninos realmente experimentan sueños. Los perros comparten patrones de sueño similares a los humanos, y su actividad cerebral mientras duermen también se asemeja a la de un cerebro humano cuando duerme. Debido a tales similitudes, se cree firmemente que los perros en realidad pueden soñar. De hecho, es probable que lo hagan tanto como cualquier persona normal. Los investigadores también creen que los sueños más comunes son felices e involucran actividades como jugar, perseguir a un animal o simplemente correr. Los estudios también muestran que las razas más pequeñas tienden a soñar con más frecuencia que las razas más grandes, y que los eventos recientes como jugar, ver a un viejo amigo o ir a un lugar nuevo pueden provocar sueños cuando el perro se va a dormir.

# 2 – Ellos entienden el poder de los ladridos

Muchas formas de psicología canina pueden vincularse al mundo de la psicología humana. Por ejemplo, al igual que un bebé comprende que su llanto atrae la atención de sus padres, un perro también entiende que ladrar provoca una reacción de sus dueños. Además, como un niño caprichoso sabe que es recompensado después de las rabietas para que dejen de hacer ruido, los perros también tienden a quedarse estancados en sus formas y comportamientos si esto se refuerza constantemente. No es bueno que los dueños cedan a los ladridos de sus perros, como en los casos en que un dueño al ver un perro que está ladrando cerca del tazón de comida lo toma como una indicación de que quieren ser alimentado e inmediatamente le pone comida sin esperar a que deje de ladrar para hacerlo, en realidad lo que está haciendo es reforzar ese mal habito y generalmente será un dueño que experimente dificultades para controlar los ladridos de sus perros.

# 3 – Son tan inteligentes como un niño pequeño

Incluso aquellos sin ninguna de experiencia en el estudio de la psicología canina saben que los perros son más inteligentes de lo que las personas tienden a reconocer. Puede que no estén resolviendo ecuaciones matemáticas complejas, pero generalmente no son fáciles de engañar y aprenden muy rápido. ¿Exactamente qué tan inteligentes llegan a ser en comparación con los humanos? Las investigaciones indican que muchos perros tienen inteligencia y comprensión a la par que un niño de aproximadamente dos años de edad. Tienen la capacidad de aprender a contar, entender alrededor de 150 palabras y pueden resolver problemas, así como idear trucos para jugar con personas y otros animales.

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# 4 – Entienden los tonos vocales

Si bien su vocabulario nunca puede alcanzar la complejidad de un niño, nuestra comprensión de la psicología del perro indica que pueden comprender fácilmente una amplia gama de tonos vocales. Por ejemplo, su perro puede entender su nombre y reaccionar cuando se le llama, pero el tono de voz que se usa cuando llama al perro puede cambiar su comportamiento cuando acude a usted. Los tonos alegres hacen que un perro esté emocionado y juguetón, mientras que los tonos enojados hacen que los perros se sientan tristes o asustados. Si hay miedo en tu voz, el perro puede creer que estás siendo amenazado y apresurarse a protegerte. Los tonos agudos de dolor pueden provocar un comportamiento reconfortante por parte del perro.

# 5 – Mover la cola: lo que no ve el ojo

Una de las piezas más básicas y aceptadas de la psicología del perro se presenta a través de la señales que hace mediante el movimiento de su cola.. Es ampliamente aceptado por casi todos, desde personas que nunca han tenido perros hasta autoridades en psicología de perros que una cola ondulante significa que un perro está feliz, pero interpretar el movimiento de su cola es un asunto más complicado de lo que puede pensar. Es cierto que cuando un perro está contento, mueve la cola. Sin embargo, esto solo es cierto cuando la cola se mueve más hacia la derecha. Si está moviéndose más hacia la izquierda, es indicativo de miedo. Los meneos con la cola baja significan nerviosismo, y los meneos de cola rápidos mezclados con músculos tensos pueden ser un signo de agresividad.

# 6 – Los perros experimentan celos

Otro hecho comúnmente conocido sobre la psicología del perro es que los perros tienen emociones al igual que las personas. Obviamente, experimentan emociones básicas como la felicidad, el miedo y la tristeza, pero ¿qué pasa con los sentimientos más complicados, como los celos? Los estudios muestran que los perros muestran signos de experimentar celos. No exactamente de la misma manera que los humanos lo experimentan, pero muestran signos de ser celosos y posesivos.

Los investigadores tomaron dos perros y les dieron órdenes. Ambos perros realizarían el mismo comando dado y solo uno recibiría un premio. El que no recibió una golosina mostró signos de agitación, evitó el contacto con el perro recompensado y se rascó con más frecuencia. Esto se atribuyó a los celos, ya que estos signos de agitación aparecían con más frecuencia en el experimento con parejas de perros que cuando se hacía con solo un perro y se le negaba una recompensa.

Un aspecto interesante de sus sentimientos de celos es la falta de importancia de lo que se ofrece como recompensa. Si a un perro se le da algo bueno como una golosina como un trozo de carne mientras que a otro se le da algo como una galleta pequeña para perro, los signos de celos no están presentes. Solo les importa que sean recompensados, no lo que es la recompensa, por lo tanto este comportamiento demuestra que no son envidiosos.

# 7 – Sus ojos nos dicen: “Yo no tengo la culpa”

Es una escena familiar para todos los dueños de perros entrar a una habitación y ver algo destruido o “usado como baño”. También es una escena familiar ver a tu amado amigo peludo sentado cerca del destrozo con una gran expresión de tristeza en su rostro. Es fácil creer que el perro está expresando remordimiento por sus acciones, pero técnicamente no es así. Cuando un perro ve la expresión de desaprobación en la cara de su dueño o escucha ira y decepción en su voz, reaccionan negativamente con expresiones de tristeza. También es posible que se den cuenta de que habrá consecuencias negativas para sus acciones y que se pongan tristes por ello. Es más una situación en lamentar que te atrapen y no que se sientan culpables por hacer un mal acto.

Curiosamente, todos los perros que están en el mismo lugar del destrozo reaccionan de la misma manera, no importa si realizaron el destrozo o no. Si bien es poco probable que un perro pueda ser castigado por una mala acción que hizo otro perro, es como que sintiesen que están en el lugar equivocado en el momento equivocado. El simple hecho de ver o escuchar la negatividad de sus dueños o anticipar el castigo es suficiente para provocar esa cara de perrito triste.

# 8 – Los perros aprenden de los “tutores” caninos

Muchas personas recurren a libros y guías de psicología canina para ayudarles a entrenar a sus perros. Sin embargo, la presencia de un perro mayor entrenado puede ser la forma más fácil de enseñarles cómo comportarse y reaccionar a las ordenes. Los cachorros comúnmente modelan su comportamiento gracias a otros perros mayores que conviven en su hogar. Si el perro más viejo está bien entrenado y se comporta bien, el cachorro puede adoptar el comportamiento del perro mayor con bastante rapidez.

Cuando el perro más viejo recibe una orden, la ejecuta y recibe un premio, de esta manera el cachorro puede comprender más fácilmente qué significa esa orden y qué hacer cuando se le dá, mediante gestos.

# 9 – No hay “deseos de venganza” en los perros

Hay varias veces en la vida del dueño de un perro donde podrían jurar que sus perros se están portando mal como una forma de vengarse por algo. Por ejemplo, un perro que hace pis o caca en la alfombra mientras sus dueños se van todo el día o si un perro mastica una almohada es porque sus dueños no quieren jugar afuera con él, esto se pueden ver fácilmente como actos vengativos. Sin embargo, estos comportamientos pueden explicarse fácilmente a través de otras razones más probables.

Por ejemplo, el primer perro podría haber ido al baño en la alfombra porque estaba estresado por estar solo en casa todo el día o por tener un cambio drástico en su rutina. En el segundo caso el perro podría haberse frustrado debido a la energía acumulada por no haber jugado y liberara la energía acumulada a través de rasgar o romper algo.

El principal problema con la idea de “venganza” en un perro es el hecho de que requiere algún tipo de premeditación que los perros no parecen ser capaces de hacer. Los perros pueden actuar en represalia inmediata, como cuando son atacados, pero no parecen tener la capacidad mental para planear deliberadamente y realizar actos de venganza contra nadie. Los malos comportamientos deben abordarse mediante métodos adecuados, como el manejo del estrés y el tiempo de juego alternativo, no el castigo.

# 10 – Amor y disciplina son lo mejor para buen desarrollo de tu perro

Si bien dar a tu perro mucho amor y atención es un aspecto importante para criar a un perro feliz, los estudios en psicología del perro afirman que esto solo no es lo suficientemente bueno como para criar a un perro emocional y mentalmente sano. Los perros necesitan un equilibrio saludable de afecto, atención y disciplina para estar seguros, felices y sentirse como una verdadera parte de la familia.

Si no reciben algún tipo de disciplina a través de una capacitación o entrenamiento eficaz y consistente y sus dueños no adoptan una postura dominante como jefes de la manada, pueden fácilmente sentirse infelices, confundirse en lo que es y no es un comportamiento aceptable, y ser emocionalmente inestables e inseguros.

# 11 – ¿Los perros se enamoran?

Buena pregunta… tu ¿qué opinas? Te invitamos a dejar tu comentario y participar con tu opinión.